Rueda de prensa en Plaza de los Héroes para presentar evaluación. 26 de abril, 2018. |
Evaluación de las elecciones del 22 de abril 2018 y de la campaña por el Voto Nulo impulsada por el Partido Paraguay Pyahura
Desde
el Partido Paraguay Pyahura queremos valorar y reconocer los votos nulos que se
expresaron en las elecciones del pasado 22 de abril. Así también, los votos en
blanco. Para nuestro partido el voto nulo significa un voto consciente, de
rechazo a la politiquería y a toda la corrupción de este sistema electoral,
construido específicamente como una maquinaria para bastardizar la voluntad
popular. De igual valor son los votos en blanco. Consideramos
además que quienes no fueron a votar expresan -con su no participación- su
crítica o cuestionamiento al sistema electoral.
Este
sistema electoral es una maquinaria fraudulenta que ha servido para que
narcopolíticos, mafiosos, latifundistas, ladrones, corruptos y sinvergüenzas de
la peor laya se hayan enseñoreado en la conducción de nuestro país. Todos estos
politiqueros corruptos, de distintos colores, han sido legitimados a lo largo
de todos estos años a través de una maquinaria construida a medida de sus
intereses, una maquinaria cuya función es legitimar y blanquear a “carruajes”
de la peor especie, y cuyo nombre es Tribunal Superior de Justicia Electoral
(TSJE). Hoy queda esto aún más en evidencia con las denuncias y acusaciones de
fraude de quienes han optado por participar electoralmente votando por
candidaturas.
Estamos
seguros que esta no es la voluntad del pueblo. Tanto de quienes anularon su
voto o votaron en blanco, como una expresión de rechazo, rebeldía y
deslegitimación del sistema; como de quienes no fueron a votar (en su mayoría
jóvenes) porque no ven en esta maquinaria electoral el camino para la
transformación del país. Y estamos seguros de que tampoco es la voluntad de
quienes fueron a votar creyendo en la capacidad de su voto para transformar la
realidad.
Rechazamos
acusaciones de que seamos funcionales al retorno del stronismo: nuestro partido
–de raíz campesina- surge como resultado de las experiencias de lucha contra la
dictadura, y ha sido el campesinado quien más sufrió históricamente las
consecuencias del terrorismo de Estado. Recordamos que el stronismo nunca se
fue, sólo se maquilló de institucionalidad. Desde la caída de la dictadura
muchos luchadores abandonaron las calles y se volvieron candidatos: en algunos
casos, autoridades electas, sin que haya cambiado la realidad lacerante del
pueblo. Les invitamos hoy a volver a las calles, a la lucha.
No
somos antielectoralistas, ni estamos en contra del voto por principio. Creemos
que el sufragio, la posibilidad de elegir representantes, es una conquista de
la humanidad a lo largo de su historia. Pero creemos que este sistema electoral
-cuyo buque insignia es el TSJE- está construido en la cancha de los oligarcas
y latifundistas, y que tanto la pelota como los árbitros les pertenecen, están
a su servicio.
No
estamos de acuerdo con quienes culpan al pueblo de “no saber votar”, porque a
nuestro criterio al pueblo se le impone un camino torcido, viciado, amañado,
una ilusión de elegir cuando que no es ésta la realidad. En los últimos
tiempos, los partidos políticos se han convertido solamente en maquinarias
electorales, con cada vez menos espacio para el debate y propuestas sobre cómo
solucionar los grandes problemas sociales y canalizar una verdadera
participación del pueblo.
Queremos
invitarles a construir el poder popular, que significa para nosotros la
confianza en el poder del pueblo organizado. Todo lo que hemos conquistado no
se lo debemos a ningún politiquero: la tierra de nuestros asentamientos se
conquistó con ocupaciones y lucha organizada, con lo que llamamos el poder
popular.
Resistimos
el envenenamiento de las comunidades -todo el poder de los sojeros aliados con
jueces, fiscales y autoridades locales y nacionales- también con el poder
popular. Debatimos y enfrentamos el machismo con las brigadas de mujeres y la sanción
social. Es el poder popular el que resiste en Guahory y en el asentamiento San
Juan Puente Kyha, y el poder popular es el que se alza en movilizaciones
exigiendo la libertad del humilde cocinero del pueblo, Genaro Meza Galeano. Las
conquistas de obreros y obreras, trabajadores y trabajadoras no se deben a
ningún politiquero, sino a la lucha organizada. En el marzo paraguayo repelimos
con el poder popular en las calles al fascismo en su expresión de Estado, y en
el 2002 fue el poder popular el que paró las privatizaciones.
Estamos
construyendo el camino hacia una patria nueva. Es el camino de la lucha, de la
resistencia, de la organización. Por eso decimos: TODO EL PODER AL PUEBLO, CONSTRUYENDO PODER POPULAR.
Partido Paraguay Pyahura
26 de abril, 2018
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