28 de febrero de 2015

Congreso Democrático del Pueblo: herramienta de lucha contra proyecto privatizador de Cartes


UNA MIRADA HISTÓRICA DEL PROCESO
Documento del Partido Paraguay Pyahura

Este domingo 1° de marzo se constituirá el Congreso Democrático del Pueblo: una herramienta de lucha unitaria para confrontar la política antinacional y antipopular de Horacio Cartes, cuyo proyecto es cumplir las recetas de los imperialismos para enajenar los recursos que tiene nuestro país. La jornada se iniciará a las 7:30 hs en el Club Ciudad Nueva (República Francesa entre Pettirossi y Teodoro S. Mongelós), con números artísticos. A las 8 hs, tras entonar el himno nacional, se iniciará la exposición de coyuntura y debate sobre la situación política actual. Posteriormente se analizarán el reglamento de funcionamiento y el plan de lucha. El objetivo principal de la jornada es la conjunción de la disposición de lucha de las diferentes organizaciones. Al mediodía habrá olla popular.

El Congreso Democrático del Pueblo es una herramienta para defender los intereses nacionales. La alianza entre las distintas organizaciones se construye contra la Ley de Alianza Público Privada (Ley APP), la ley de privatización que Horacio Cartes empujó desde los primeros días de su mandato, alineando para ello a las dos cámaras del Congreso Nacional.

Paraguay es el único país en la región que logró parar la ola privatizadora a través de esta misma herramienta en el 2002, con grandes movilizaciones populares, en las que el campesinado consciente tuvo un gran protagonismo, que mantiene hasta hoy. Y creemos que para ello fue fundamental el sentimiento antiimperialista y profundamente patriótico del pueblo paraguayo, forjado ante tantos atropellos sufridos en nuestra historia y que quedaron en la memoria colectiva, principalmente del campesinado en lucha.

LUCHA Y CONFRONTACIÓN

Cuando hablamos de confrontación hablamos de lucha directa del pueblo en las calles. Creemos que es momento que el pueblo paraguayo entienda la necesidad de salir a la calle a repudiar a esta política antinacional y antipopular. Y cuando hablamos del pueblo  estamos hablando del campesinado, docentes, trabajadoras y trabajadores, obreras y obreros, mujeres organizadas y jóvenes, que sienten cada día las penurias resultado de esta política antinacional y antipopular de Cartes.

Confrontación a través de la lucha directa, con movilizaciones en las calles, contra el proyecto que sostienen y respaldan quienes siempre han vivido y siguen viviendo en la primavera económica, más aún con la política de Cartes, como los sectores agroexportadores, mafiosos, de la especulación financiera, latifundistas, ganaderos y narcopolíticos. Entonces el pueblo, golpeado por esta política, tiene una necesidad de salir a la calle a confrontar, a plantear una transformación de este modelo de Estado, una transformación del modelo económico, del modelo de desarrollo en nuestro país.

EXPERIENCIA DEL 2002, AL CALOR DE LA LUCHA

El Congreso Democrático del Pueblo ya se constituyó en el 2002, cuando existió esa misma intención de enajenar los últimos recursos que tiene nuestro país y que – en manos de un Gobierno patriótico- posibilitarían un desarrollo nacional. Esa experiencia de constitución se dio sobre una base de movilizaciones, lucha directa en la calle, agitación y propaganda, lo que en Paraguay Pyahura llamamos el calor de la lucha.

En ese entonces, además, estaba muy fuerte el debate y la intención de imponer la ley antiterrorista, elementos que motivaron que las organizaciones, al calor de esa lucha y ante esos desafíos, confluyeran en el Congreso Democrático del Pueblo, lo que posibilitó una lucha unitaria y una conquista importante de haber detenido estos proyectos imperialistas.

Esa experiencia quedó plasmada en la mente de nuestros compañeros y compañeras, y emergió de nuevo con mucha fuerza, preponderancia y necesidad con la política privatista, antinacional y antipopular de Horacio Cartes, en los ensayos de recientes luchas unitarias que tuvieron su pico importante en la huelga general del 26 de marzo y la marcha campesina del año pasado, para desde allí llegar hasta el 13, 14 y 15 de agosto, primer aniversario de la asunción de Cartes, con una movilización importante. Esto abrió de nuevo el camino para que hoy hablemos en tiempo presente de la necesidad de constituir el Congreso Democrático del Pueblo.

2002. NUESTROS MILITANTES SE FOGUEARON EN LA LUCHA DE CALLE, OCUPACIONES, MOVILIZACIONES, Y TRANSMITIMOS ESA EXPERIENCIA AL CONGRESO DEMOCRÁTICO DEL PUEBLO

El Frente en Defensa de los Bienes Públicos y el Patrimonio Nacional fue la gestación inicial para llegar al Congreso Democrático del Pueblo en el 2002. Desde Paraguay Pyahura veníamos con una práctica de lucha directa contra las políticas antinacionales y antipopulares, nuestras organizaciones y nuestros militantes se foguearon en la lucha de calle, ocupaciones, movilizaciones, y transmitimos esta experiencia primero al Frente en Defensa de los Bienes Públicos y el Patrimonio Nacional, y luego al Congreso Democrático del Pueblo.

A partir de ahí, el aporte de todos ya fue una conjunción, porque la fuerza mayoritaria que estaba en las calles era la campesina, sobre la cual se articularon otras fuerzas organizativas y aportes intelectuales, cada uno de los cuales fue parte del conjunto que tuvo la fuerza para detener las privatizaciones. En la primera convocatoria para analizar y discutir la amenaza de privatización, realizada con un grupo de compañeros y compañeras que más tarde se constituiría en el Frente en Defensa de los Bienes Públicos y el Patrimonio Nacional, nuestra primera expresión fue que la amenaza de privatización se detiene con lucha en la calle, y eso fue lo que seguimos impulsando durante los 17 días de lucha en que logramos detener las privatizaciones en el 2002.

LAS AMENAZAS A LOS INTERESES DE NUESTRO PAÍS NO
PRECISAMENTE SE RESUELVEN POR LA VÍA ELECTORAL

En todo ese proceso de constitución del Congreso Democrático del Pueblo en el 2002, uno de los debates que tuvo fuerza interna importante y que influenció en la masa campesina es que las amenazas a los intereses de nuestro país no precisamente se resuelven por la vía electoral, sino a través de la participación política directa del pueblo.

LA FUERZA PRINCIPAL, EL CAMPESINADO EN LUCHA

La fuerza principal del Congreso Democrático del Pueblo en el 2002 fue el campesinado consciente, que fue capaz de romper la propaganda falsa lanzada desde sectores interesados, que decían: ¿porqué el campesinado va a luchar en defensa de instituciones como COPACO (telefonía), de la ESSAP (agua potable), si ellas ni ellos no tienen teléfono ni agua corriente? Y el campesinado consciente, como lo han demostrado las marchas anuales de la Federación Nacional Campesina (FNC) ha venido planteando al conjunto de la sociedad que la lucha no es sectorial, sino nacional, en defensa de la soberanía y el patrimonio nacionales, por un modelo de desarrollo nacional. En nuestro país el campesinado consciente, ante cualquier transformación que se plantee, siempre va a un cumplir un papel muy importante.
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