17 de abril de 2015

"Hay que ir a la lucha, es la cancha que debemos recuperar"


Exposición de Ermo Rodríguez, del Partido Paraguay Pyahura. Conferencia "Movimientos sociales y luchas populares de la región", del Seminario Internacional "Neoliberalismo en América Latina: crisis, tendencias y alternativas". 13 y 14 de abril de 2015, Escuela de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). 

Compañeros y compañeras:

Primero debo agradecer a los organizadores por esta invitación, a nosotros nos honra mucho esta presencia, lo decimos sinceramente; pararme delante de ustedes e intentar aportar algo con ustedes para nosotros es muy importante. Ayer pasé por acá, estuve participando en los debates y desde mi visión de militante vi con mucha satisfacción y honra tantos jóvenes hombres y mujeres sentados prestando atención a los debates, a mi me dio muchísima satisfacción eso. Y se forja una esperanza porque abrir las puertas de las universidades y abrir esta puerta para estos debates, ustedes compañeros y compañeras ya tienen apuntado en su foja de estudiantes lo que están haciendo, así que es muy valorable esto.

Quiero intentar aportar un granito de arena e hice un esfuerzo personal y colectivo para que sirva de algo este granito de arena a esta aspiración que todos tenemos. Cuando me pidieron exponer muy pronto me retumbaron muchas cosas y debo confesar estos elementos que me retumbaron en los oídos: de alguna manera nosotros fuimos parte de eso, de ese pantallazo que voy a dar. Aún no terminan estos debates: siguen, y yo sé que nosotros vamos a abordar estos debates en el intento de avanzar.

Cuando cayó la dictadura era un golpe preventivo porque las luchas populares y las luchas sociales venían creciendo. La izquierda venia impulsando y en esto no voy a entrar en detalles porque creo que hay coincidencia. Y después viene la transición a la democracia, y pareciera como que se me presentan de nuevo aquellos momentos que generaron en nuestro país grandes debates, opiniones, posiciones encontradas, pero que al final eran momentos políticos y coyunturas que desde nuestra visión se iba moldeando jurídica y políticamente lo que ahora se está imponiendo en la transición democrática.

Retumba la Convención Nacional Constituyente, el cambio de la Constitución: en muchos de estos cambios nosotros tuvimos una posición crítica. En la Convención Nacional Constituyente hemos participado porque para nosotros ahí se discutía el Estado y queríamos un modelo de Estado que no le sirva solamente a los eternos explotadores. Y después vienen los lindos nombres: sería como pincelar la coyuntura e intentar introducir en la mente y en la opinión y en la creencia del pueblo lo que se venía. Vinieron las reformas: la Reforma Educativa, la Reforma del Código Electoral, muchas otras leyes que se fueron reformando en ese proceso. Los eternos grupos de poderes, los organismos financieros internacionales empezaban a meter su mano fuertemente en este proceso. 

Vinieron las elecciones, los votos. Nosotros éramos muy críticos a este hecho, nosotros veíamos que el camino que debíamos recorrer era el camino de trabajar la conciencia, el debate de nuestro pueblo que venía de un proceso donde no podía ni hablar, que necesitaba un ejercicio político, más que una elección. Nosotros creemos que las coyunturas electorales son coyunturas políticas y desde nuestro punto de vista no solamente participando en las urnas el pueblo puede participar, sino que hay otras formas de participación; y nosotros hablábamos mucho de la participación política.

Vinieron las privatizaciones y creo que los panelistas que me antecedieron hablaron muy claramente de esto. Vinieron las creaciones de las centrales obreras, los sindicatos: nosotros éramos muy críticos de aquellas coyunturas en aquel momento. Hoy seguimos manteniendo lo que nosotros veíamos en aquel momento, venían la clase obrera y los trabajadores sin ningún entrenamiento concreto, nosotros decíamos que hay que ir a buscarle a la clase obrera y a los trabajadores y desde abajo ir construyendo de tal manera que vayamos aprendiendo juntos. Entonces este proceso toma a la clase obrera sin un entrenamiento político, orgánico: lamentablemente desde nuestra visión se priorizaron otras cosas y hoy nosotros evaluamos que hay derrotas parciales de la clase obrera y los trabajadores y si queremos en esto hablar, hay que hablar necesariamente de una reorganización.

Se hablaba del Mercosur: nosotros veíamos con ojos muy críticos esto, nosotros defendemos la integración de los pueblos, pero de la manera que se daba nosotros siempre hemos criticado y cuestionado, inclusive las convocatorias a las mesas, en fin.  Todo esto y muchas cosas más me retumbaron y aprovecho esta oportunidad para expresar acá y retomar otra vez el proceso de esta transición democrática, de los grandes temas que se dieron en nuestro país y con estas aperturas que se dan evidentemente yo se que van a ser muy importantes.

Yo vengo de las luchas campesinas, mi cotidianeidad es hablar con los compañeros y compañeras campesinos y campesinas, la organización que consideramos una fuerza pujante que desde nuestro criterio es un pedazo importante que está a la consideración de la lucha de nuestro pueblo, que nosotros podemos hacer avanzar; y creo que este encuentro del sector urbano, de los universitarios y campesinos hay una señal importante que debemos aprovechar al máximo. Venimos de una marcha campesina de 22 años, durante 22 años venir constante y permanentemente llegar a Asunción: algunas veces fueron más grandes, otros menos, pero siempre está ahí y hacer ese esfuerzo de mantener en el tiempo, eso 22 años es importante, y creo que nos demostró la fuerza organizada.

Dentro de la lucha campesina están los asentamientos, la lucha contra el latifundio, la lucha directa del campesinado contra el latifundio, las ocupaciones, las recuperaciones de tierra, son luchas políticas y conquistas demasiado importantes. La lucha por las libertades públicas cuando estaba amenazado nuestro país, en esta rengueante transición el campesinado estuvo allí. Esto le costó cientos, centenares de campesinos y campesinas asesinados y asesinadas en su lucha. Y aquí otro elemento demasiado importante que de este elemento y que de este hecho histórico hemos aprendido muchísimo nosotros y estoy seguro que ustedes también han aprendido muchísimo y hay que seguir aprendiendo de esto. Cuando la privatización de las empresas del Estado, la enajenación y la entrega estaban a la firma porque ya se convirtieron en S.A. en el 2002 salimos organizadamente durante 17 días de movilización, de cierre de rutas, a parar el proyecto privatista y darle al pueblo una confianza en su lucha, de que luchando puede seguir conquistando.

Muchos sectores nos encontramos, sectores políticos, sociales donde el campesinado fue una fuerza importante, creo que en ese entonces y no sabíamos con certeza, dijimos esto es único, nos sentíamos orgullosos que en Paraguay se gestara una lucha prolongada y detener la privatización porque la ley 1615 detuvieron, no tuvieron otra alternativa. Entonces por eso este aprendizaje de lo que significó la lucha del 2002 a través del Congreso Democrático del Pueblo, una fuerza importante. Imagínense 17 días de lucha, costó la vida de compañeros.

En honor al tiempo voy a pasar, ahí está la experiencia de las luchas obreras, la lucha campesina, las huelgas generales que se dieron en el ensayo de ir caminando,  los obreros y trabajadores que se animaron a la huelga general, fueron huelgas generales muy grandes. Y de nuevo el año pasado, la marcha campesina y el 26 de marzo del año pasado una huelga general: si bien es cierto la clase obrera no tiene la fuerza potencial pero no empujó para irse a trabajar, se puso como parte de la lucha de nuestro pueblo y ahí hay una señal importante de que la clase obrera y los trabajadores -si encontramos con ellos el camino para recorrer- están en condiciones de hacer grandes luchas, y creo que eso es un desafío para nosotros.

El gobierno de Cartes: a otro compañero que me antecedió lo escuché y lo denominó muy bien. El Gobierno de Cartes es el detonante, el acelerador, el disparador, el apurador. Cuando Horacio Cartes asumió, para nosotros era muy claro lo que era el Gobierno de Horacio Cartes. Apurar la política de enajenación y entrega por un lado, y por el otro lado, meterle hambre y garrote al pueblo. Y en algunos casos algunas migajitas, no tiene otra cosa. Apura leyes, ley de militarización, la ley de privatización, la ley de APP, la ley de responsabilidad fiscal, y para lograr este objetivo evidentemente utiliza la fuerza represiva.

Nosotros tenemos en nuestras filas 150 imputados e imputadas por defender sus comunidades de la fumigación y del envenenamiento; tenemos dos compañeritas muertas, de 3 meses y 3 años, Adela y Adelaida de una misma familia, que quedaron impunes. Su papá y su mamá les enterraron juntitas a las dos. Y por defenderse de estas fumigaciones hay represiones, encarcelamientos, imputaciones, persecuciones a organizaciones. Nosotros estamos sintiendo persecuciones feroces en nuestras organizaciones, a nuestros dirigentes.

Nosotros nunca hemos creído que la política de Cartes no se pueda vencer, por la experiencia de lucha de los pueblos, una vez que encontremos el camino. Nosotros siempre decimos en el Partido que el pueblo no tiene límites: el pueblo no tiene barreras, lo importante es encontrar juntos. Y esa misma convicción lo hemos llevado en los asentamientos, en las comunidades, a través de la militancia, a través de la agitación, a través de la propaganda, enarbolando la bandera patriótica del país y diciendo que es posible.

Y pudimos articular, a los un año de la asunción de Cartes. Miles de hombres y mujeres hemos marchado en Asunción protestando y denunciando la política de Cartes. Y hemos visto de nuevo en el pueblo una esperanza que, en muchos casos, en muchas partes, hemos encontrado ¿será que va ser posible avanzar? Y juntos pudimos de nuevo llevar la esperanza a hombres y mujeres, jóvenes, ancianos, estudiantes, de que sí es posible derrotar la política de entrega y de enajenación.

Y esto para satisfacción nuestra, de muchos, hombres y mujeres, de nuevo se gesta el Congreso Democrático del Pueblo: 1.300 delegados y delegadas venidos de todos los lugares, obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, todos los sectores nos hemos reunido y abre un surco de esperanza para el combate, para la lucha, para la conquista. Porque ustedes saben compañeros y compañeras el único lugar donde nos iguala es la lucha; y nosotros creemos que hay que ir a la lucha, esa es la cancha, el estadio que no nos desiguala porque creo que es lo que nosotros tenemos que recuperar.

En mayo se plantea la lucha prolongada contra la privatización. Ojalá nuestras escuelas, nuestros colegios, nuestras universidades, nuestros sindicatos, nuestras fábricas, nuestros lugares de trabajo se abran a este debate, para decirle a la política de entrega, a la política de enajenación y a la política antipatriota que nosotros con nuestra fuerza y con nuestra organización podemos luchar.

Muchas gracias compañeros y compañeras.                

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https://www.youtube.com/watch?v=GhlMtH_ftfQ&feature=youtu.be
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