UNA MIRADA HISTÓRICA DEL PROCESO
Documento del Partido Paraguay Pyahura
Este
domingo 1° de marzo se constituirá el Congreso Democrático del Pueblo: una
herramienta de lucha unitaria para confrontar la política antinacional y
antipopular de Horacio Cartes, cuyo proyecto es cumplir las recetas de los
imperialismos para enajenar los recursos que tiene nuestro país. La jornada se
iniciará a las 7:30 hs en el Club Ciudad Nueva (República Francesa entre
Pettirossi y Teodoro S. Mongelós), con números artísticos. A las 8 hs, tras
entonar el himno nacional, se iniciará la exposición de coyuntura y debate
sobre la situación política actual. Posteriormente se analizarán el reglamento
de funcionamiento y el plan de lucha. El objetivo principal de la jornada es la
conjunción de la disposición de lucha de las diferentes organizaciones. Al
mediodía habrá olla popular.
El Congreso Democrático del Pueblo es
una herramienta para defender los intereses nacionales. La alianza entre las
distintas organizaciones se construye contra la Ley de Alianza Público Privada
(Ley APP), la ley de privatización que Horacio Cartes empujó desde los primeros
días de su mandato, alineando para ello a las dos cámaras del Congreso
Nacional.
Paraguay es el único país en la región
que logró parar la ola privatizadora a través de esta misma herramienta en el
2002, con grandes movilizaciones populares, en las que el campesinado
consciente tuvo un gran protagonismo, que mantiene hasta hoy. Y creemos que
para ello fue fundamental el sentimiento antiimperialista y profundamente
patriótico del pueblo paraguayo, forjado ante tantos atropellos sufridos en
nuestra historia y que quedaron en la memoria colectiva, principalmente del
campesinado en lucha.
LUCHA
Y CONFRONTACIÓN
Cuando hablamos de confrontación
hablamos de lucha directa del pueblo en las calles. Creemos que es momento que
el pueblo paraguayo entienda la necesidad de salir a la calle a repudiar a esta
política antinacional y antipopular. Y cuando hablamos del pueblo estamos hablando del campesinado, docentes,
trabajadoras y trabajadores, obreras y obreros, mujeres organizadas y jóvenes,
que sienten cada día las penurias resultado de esta política antinacional y
antipopular de Cartes.
Confrontación a través de la lucha
directa, con movilizaciones en las calles, contra el proyecto que sostienen y
respaldan quienes siempre han vivido y siguen viviendo en la primavera
económica, más aún con la política de Cartes, como los sectores
agroexportadores, mafiosos, de la especulación financiera, latifundistas,
ganaderos y narcopolíticos. Entonces el pueblo, golpeado por esta política,
tiene una necesidad de salir a la calle a confrontar, a plantear una
transformación de este modelo de Estado, una transformación del modelo
económico, del modelo de desarrollo en nuestro país.
EXPERIENCIA
DEL 2002, AL CALOR DE LA LUCHA
El Congreso Democrático del Pueblo ya
se constituyó en el 2002, cuando existió esa misma intención de enajenar los
últimos recursos que tiene nuestro país y que – en manos de un Gobierno
patriótico- posibilitarían un desarrollo nacional. Esa experiencia de
constitución se dio sobre una base de movilizaciones, lucha directa en la
calle, agitación y propaganda, lo que en Paraguay Pyahura llamamos el calor de
la lucha.
En ese entonces, además, estaba muy
fuerte el debate y la intención de imponer la ley antiterrorista, elementos que
motivaron que las organizaciones, al calor de esa lucha y ante esos desafíos,
confluyeran en el Congreso Democrático del Pueblo, lo que posibilitó una lucha
unitaria y una conquista importante de haber detenido estos proyectos
imperialistas.
Esa experiencia quedó plasmada en la mente de nuestros compañeros y
compañeras, y emergió de nuevo con mucha fuerza, preponderancia y necesidad con
la política privatista, antinacional y antipopular de Horacio Cartes, en los
ensayos de recientes luchas unitarias que tuvieron su pico importante en la
huelga general del 26 de marzo y la marcha campesina del año pasado, para desde
allí llegar hasta el 13, 14 y 15 de agosto, primer aniversario de la asunción
de Cartes, con una movilización importante. Esto abrió de nuevo el camino para
que hoy hablemos en tiempo presente de la necesidad de constituir el Congreso
Democrático del Pueblo.
2002. NUESTROS MILITANTES SE FOGUEARON EN LA LUCHA DE CALLE, OCUPACIONES,
MOVILIZACIONES, Y TRANSMITIMOS ESA EXPERIENCIA AL CONGRESO DEMOCRÁTICO DEL PUEBLO
El Frente en Defensa de los Bienes Públicos y el Patrimonio Nacional fue
la gestación inicial para llegar al Congreso Democrático del Pueblo en el 2002.
Desde Paraguay Pyahura veníamos con una práctica de lucha directa contra las
políticas antinacionales y antipopulares, nuestras organizaciones y nuestros
militantes se foguearon en la lucha de calle, ocupaciones, movilizaciones, y transmitimos
esta experiencia primero al Frente en Defensa de los Bienes Públicos y el
Patrimonio Nacional, y luego al Congreso Democrático del Pueblo.
A partir de ahí, el aporte de todos ya fue una conjunción, porque la
fuerza mayoritaria que estaba en las calles era la campesina, sobre la cual se
articularon otras fuerzas organizativas y aportes intelectuales, cada uno de
los cuales fue parte del conjunto que tuvo la fuerza para detener las
privatizaciones. En la primera convocatoria para analizar y discutir la amenaza
de privatización, realizada con un grupo de compañeros y compañeras que más
tarde se constituiría en el Frente en Defensa de los Bienes Públicos y el
Patrimonio Nacional, nuestra primera expresión fue que la amenaza de
privatización se detiene con lucha en la calle, y eso fue lo que seguimos
impulsando durante los 17 días de lucha en que logramos detener las privatizaciones
en el 2002.
LAS AMENAZAS A LOS INTERESES DE NUESTRO PAÍS NO
PRECISAMENTE SE RESUELVEN POR LA VÍA ELECTORAL
En todo ese proceso de constitución del Congreso Democrático del Pueblo
en el 2002, uno de los debates que tuvo fuerza interna importante y que
influenció en la masa campesina es que las amenazas a los intereses de nuestro
país no precisamente se resuelven por la vía electoral, sino a través de la
participación política directa del pueblo.
LA
FUERZA PRINCIPAL, EL CAMPESINADO EN LUCHA
La fuerza principal del Congreso
Democrático del Pueblo en el 2002 fue el campesinado consciente, que fue capaz
de romper la propaganda falsa lanzada desde sectores interesados, que decían:
¿porqué el campesinado va a luchar en defensa de instituciones como COPACO
(telefonía), de la ESSAP (agua potable), si ellas ni ellos no tienen teléfono
ni agua corriente? Y el campesinado consciente, como lo han demostrado las
marchas anuales de la Federación Nacional Campesina (FNC) ha venido planteando al
conjunto de la sociedad que la lucha no es sectorial, sino nacional, en defensa
de la soberanía y el patrimonio nacionales, por un modelo de desarrollo
nacional. En nuestro país el campesinado consciente, ante cualquier
transformación que se plantee, siempre va a un cumplir un papel muy importante.
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