SOBRE LA SITUACIÓN POLÍTICA EN NUESTRO PAÍS
"... Fernando Lugo, como otros líderes o expresiones del Socialismo del Siglo XXI creen que es este Estado el que debemos defender, que desde este Estado es posible transformar las condiciones de miseria de la mayoría, lo cual obnubila o intenta confundir la posibilidad de un proceso revolucionario".
"... Fernando Lugo, como otros líderes o expresiones del Socialismo del Siglo XXI creen que es este Estado el que debemos defender, que desde este Estado es posible transformar las condiciones de miseria de la mayoría, lo cual obnubila o intenta confundir la posibilidad de un proceso revolucionario".
Va
creciendo y reproduciéndose en América Latina una corriente política de pensamiento que plantea
un cambio desde dentro de este mismo Estado, sin la necesidad de destruirlo y con
la posibilidad de que los pobres “lleguemos al poder” por el voto. Para
nosotros el voto constituye una táctica política que la podemos utilizar toda
vez que posibilitara el avance del pueblo hacia la transformación.
Allende, Velazco Alvarado, Kirchner, Correa, Chávez, Evo, Lula, Lugo, han sido y son algunas de estas experiencias de Gobiernos. Además se coloca que el imperialismo yanqui constituye el enemigo principal de los pueblos, naciones y países, negando de esa manera la multipolaridad y la disputa sobre nuestros países. Evidentemente, los yanquis fueron perdiendo hegemonía en un vasto y rico territorio de América Latina, mientras se afianzaban la UNASUR, el ALBA y el MERCOSUR, aliados con otras potencias imperialistas como China, Rusia, Japón, Alemania y el acercamiento político – económico de India, Irán y otros.
Allende, Velazco Alvarado, Kirchner, Correa, Chávez, Evo, Lula, Lugo, han sido y son algunas de estas experiencias de Gobiernos. Además se coloca que el imperialismo yanqui constituye el enemigo principal de los pueblos, naciones y países, negando de esa manera la multipolaridad y la disputa sobre nuestros países. Evidentemente, los yanquis fueron perdiendo hegemonía en un vasto y rico territorio de América Latina, mientras se afianzaban la UNASUR, el ALBA y el MERCOSUR, aliados con otras potencias imperialistas como China, Rusia, Japón, Alemania y el acercamiento político – económico de India, Irán y otros.
Sin embargo, pese a esta derrota táctica,
los yanquis no han olvidado al Paraguay
como un centro estratégico desde donde es posible el control político, militar
y económico de la región. Y fueron planificando el desarrollo de esta disputa,
presionados por la actual crisis capitalista, contando internamente con
importantes aliados de la política criolla paraguaya, parlamentarios de los partidos
políticos tradicionales con sus respectivos dirigentes y de otros partidos que
le hacen el juego a la derecha, ganaderos, empresarios, especuladores
financieros, latifundistas del agro-negocio,
algunos periodistas y dueños de grandes medios de comunicación, entre otros,
quienes vinieron acumulando políticamente en propaganda y en acción, ante la
incapacidad del gobierno de Lugo de dar salida a la contradicción existente en
el Paraguay: latifundios y sin-tierras. Y aunque Fukujama y otros agoreros del
liberalismo, se hayan dedicado a negarlo, esta descomunal desigualdad genera
lucha de clases.
Fernando Lugo, valiéndose de esta
necesidad, durante su campaña electoral, entre otras promesas, centró su discurso
en la reforma agraria, a pesar de la mirada maléfica de su candidato a
vice-presidente, quien desde siempre
fuera el representante de aquellos que hoy unificaron para sacarle a Lugo de la
Presidencia de la República. Con el planteo de la REFORMA AGRARIA, Lugo logro
aglutinar a un grupo de dirigentes campesinos y los empujo hacia la búsqueda de
tierras mal habidas (no latifundios), con lo cual Lugo justificaba la
posibilidad de la concreción de su promesa electoral, apareciendo con la imagen del “cambio” con el
cual había sustentado fuertemente su candidatura. A la vez, este grupo de
dirigentes campesinos, amigos del Gobierno, inició un proceso de acomodamiento en cargos y
acumulación hacia planteos electoralistas, camino para continuar “el cambio”
luego de haber derrotado al Partido Colorado. En este contexto se formo la Liga
Nacional de Carperos, quienes con esta nueva denominación y negando el carácter
de sin tierras, aparecen en este proceso
como actores sociales de nuestro país. Parte de esta amistad de Lugo con la
dirigencia campesina e impulsado por sectores de izquierda y progresistas es
haberle puesto a Carlos Filizzola como Ministro del Interior que ante una
ocupación (como ya sucediera en Ñacunday) la directiva era el dialogo antes que
nada, y posteriormente ya presionados por sectores retardatarios la policía
incursiona en las carpas realizando cateo de armas.
Aparece también en este proceso la
lucha por las tierras de Morombi (Departamento de Canindeyú), que según lo
afirmara el propio Camacho (en ese entonces responsable del INDERT) pertenecían
al Estado. Este grupo de campesinos viene luchando por la tierra desde hace
muchos años, pero con esta nueva política de cambio y de posibilidad de lograr
tierra para el campesinado, se dispusieron a ganarla, aunque con una dirección
que prefirió llevar la lucha por la tierra a una cuestión foquista, sin participación
de las masas, porque quienes fueron
a esa ocupación, fueron por una
necesidad real, y no manipulados como apareciera después en la prensa nacional
e internacional.
Pero como ya la disputa venia desarrollándose
y faltaba muy pocos elementos para
concluir el libreto que venían trazando los sectores de derecha y lograr así la
destitución de Fernando Lugo; traemos a colación que los liberales de todas las
corrientes instaladas en Canindeyú participaron activamente para que se
realizara la ocupación de las tierras de Morombi (de quien se apropiara Blas N.
Riquelme), en coordinación permanente con la principal dirigencia de esa ocupación
y los referentes de la Liga Nacional de Carperos. ¿Tenían objetivos diferentes?
Eso no lo sabemos.
La policía fue a Curuguaty con orden precisa de no disparar y
primero dialogar, como parte de la directiva del “Ministro amigo”, aunque
aparecieron una docena de campesinos muertos y algunos policías también caídos.
Finalmente, en la conjunción de una dirigencia que (a nuestro criterio) equivocadamente
direcciono esta lucha de manera foquista, mas el protagonismo de provocadores
cuya madeja principal no sabemos donde está, dio como resultado “la guinda que faltaba a la
torta” para proceder a implementar el libreto que ya venia siendo elaborado
minuciosamente. Ni la designación de Candía Amarilla como Ministro del Interior, pudo calmar los
ánimos de quienes ya tenían marcado el tablero, porque éste señor no es un
improvisado, él forma parte de ese
grupo que pretenden instalar en la
opinión pública, la existencia de grupos armados en nuestros país.
El juicio político paso a ser la última
parte de este libreto. Y allí tampoco Lugo se jugó, como no se jugara nunca antes por el
pueblo, o por la posibilidad real de realizar el cambio que tantas veces había
prometido durante su campaña electoral. Y es que Fernando Lugo, como otros
líderes o expresiones del Socialismo del Siglo XXI creen que es este Estado el
que debemos defender, que desde este Estado es posible transformar las
condiciones de miseria de la mayoría, lo cual obnubila o intenta confundir la
posibilidad de un proceso revolucionario.
En el Movimiento Paraguay Pyahura no
estamos de acuerdo con esta destitución, porque evidentemente es la concreción
del avance de sectores históricamente reaccionarios, además entendemos y
defendemos que la masa, el pueblo, son quienes
tienen que juzgar a su mandatario.
Pero también nos preguntamos, cual
fue la obra de gobierno de Fernando Lugo a favor del campesinado, o del pueblo
en su conjunto? Lamentablemente, como era de esperar, el campesinado, el pueblo,
nada ganó de esta lucha, de esta
disputa, sin embargo toda la derecha
unificó, acumuló y dio un paso.
Ese derroche de discurso vacío de
contenido, esa pusilanimidad para llevar adelante verdaderos procesos de cambio
a favor del pueblo, la falta de sustento de masas, la practica oportunista de
varios dirigentes, la pelea por los cargos antes que por programas y proyectos
de desarrollo, la ausencia de una moral coherente con el pueblo, entre otros, llevaron a Fernando Lugo hacia el camino de la
derrota, situación propicia para que en estos momentos nuestro país vuelva a
sentarse “a la derecha del dios padre”.
Julio/2012
Comité
Central del MPRPP
Movimiento
Popular Revolucionario Paraguay Pyahura
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