Porqué defendemos Radio Nacional del Paraguay

UN POCO DE HISTORIA:

• Registra sus inicios en la década del 40, a través de ZP1 y ZP A1 Radio Nacional del Paraguay.
• ZP 1 irrumpe en el dial paraguayo con el nombre Radio del Estado durante el gobierno del Gral. Higinio Morínigo. En la actualidad su local se encuentra en Blas de Garay 241 (4ta. Proyectada) entre Yegros e Iturbe. La casona fue propiedad del presidente paraguayo Manuel Franco, en sus puertas aún se conservan los vidrios originales con las iniciales “MF”.
• En 1940, la emisora nacional de la República toma la denominación de Radio Nacional del Paraguay.

Hoy, el Gobierno antinacional y antipopular de Horacio Cartes planificó la venta de la propiedad estatal ubicada en el Km 21 de Capiatá, una finca de 48 hectáreas donde se encuentra la planta transmisora de la Radio Nacional (Decreto 1720). De hecho, con la eliminación de este lugar, será eliminada la radio misma. Con este remate, un bien público será entregado a una empresa extranjera.

• La 920 ZP1 y ZP A1 en onda corta y onda larga, libre, a nivel mundial, sin límite de potencia; sin posibilidad que ningún país del mundo pueda utilizar dicha frecuencia que le ha sido otorgada en el año 1942.
• Su frecuencia en el centro del dial, la ubicación geográfica de su antena y transmisor, y la potencia de su transmisor hacen posible que Radio Nacional del Paraguay llegue a todos los confines de nuestro planeta.
• Inclusive es más que sabido que desde los inicios de los vuelos espaciales, los astronautas escuchaban nítidamente solo dos emisoras estando en el espacio, y una de ellas era Radio Nacional.
• Esto constituirá una verdadera entrega de la soberanía nacional y un daño irreparable a la misma, ya que la implementación del Decreto 1720 impedirá la salida al aire de la radio y la apropiación de una frecuencia con historia e identidad paraguaya.

Fuentes:

Página oficial de Radio Nacional del Paraguay

Denuncia contra Horacio Cartes por hecho punible de violación de la soberanía nacional, promovida por Waldino Lovera y Eugenio Morel Garay.

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